lunes, 13 de octubre de 2008

Un Master Mas... Un Master menos


Desde el viernes y hasta hoy se desarrolló en Mar del Plata una nueva edición del Campeonato Argentino de Natación Master.
Esta vez me quedé afuera, y a pesar de haber sido por una decisión totalmente personal, no dejé de arrepentirme día tras día, solo por el hecho de no poder disfrutar el placer que me produce subirme a un cubo de partida a los 36 años y dejar lo mejor de mí en el agua.

A veces, las relaciones personales enturbian un poco lo que debería ser totalmente claro, y a veces uno espera aclaraciones que nunca llegan. Y cuando las aguas se enturbian o se revuelven, es mejor salirse un rato y esperar que las turbulencias cedan y las partículas que la enturbian se asienten para que el agua vuelva a ser "viva y transparente". Hay situaciones en la vida que no queda otra que dejarlas decantar...
Si aprendí algo en estos días, es que no voy a dejar de disfrutar esa hermosa sensación de nadar e ir venciendo la resistencia del agua, mientras parece desarrollarse un diálogo íntimo en el que el agua me cuenta de sus hazañas y yo le cuento de mi esfuerzo y le demuestro lo trabajado en mis entrenamientos.

Los malos entendidos (a los que estamos sujetados por el simple hecho de ser humanos), las diferencias, las preguntas sin respuesta, las promesas incumplidas, las palabras demás, todas esas cosas que hacen que tome distancia, todas son ajenas al agua, ajenas al simple acto de nadar. Eso es lo que entendí este fin de semana. Las medallas (pude haberme traído quizás otras 6 y en una de esas más de un título de "Campeona Argentina" de mi categoría) ya las conseguiré en otro momento y sin cortocircuitos, ni turbulencias... Dejé un equipo (al que agradezco infinitinamente los momentos maravillosos que me dio hasta ahora), pero no dejé de nadar y eso me deja en paz conmigo misma; porque como me enseñaron mis viejos es una cuestión de principios y se puede perder todo en la vida, menos la dignidad y la pasión...
A nivel informativo, los resultados completos del Master, y algunas fotos en la página de la FENBAS

1 comentario:

Miru dijo...

A veces, solo a veces, restar suma. Quizás a algunos les sume la posibilidad de reflexionar, a mí me sumó serenidad.
Porque la suma solo hubiera sido sobre un conjunto vacío (ese conjunto en el que ninguno de los elementos hizo sonar una vez el teléfono). Un solo ring hubiera cambiado la cuenta... y no hace falta ser matemático para eso, solo basta con "ser humano"