viernes, 26 de diciembre de 2008

Silencio

Gran contrasentido intentar hablar del Silencio y sin embargo hace días que en mi cabeza gira un cambalache de viejos temas musicales, grandes libros, conceptos psicoanalíticos y simples delirios estructurados en pensamientos y sensaciones.
Luego de un año y medio y más de 280 entradas mi Silencio se apoderó de este espacio.
Quizás porque era tiempo de afilar el hacha, como mencionaba unas entradas (o meses) más atrás. Quizás porque era el agua la que me hacía hablar y hace mucho que no la "siento". Quizás porque este espacio era en general una simple descarga y llegó un punto en que tanta descarga me dejó vacía o quizás lo contrario, quizás llegó el momento de cargarme para poder continuar.
Estos días de silencio fueron días de lectura más que de escritura y disfruté con gran placer encontrar mis sensaciones descriptas en palabras de otros (fue como hacer la plancha sabiendo que debajo de la cintura tenés la mano de tu maestro que mantiene la distancia exacta para dejarte flotar solo o para sostenerte en el momento que lo necesites)
Fueron días de compartir más que de contar. Fueron días de vivir, de sentir, de disfrutar, de merecer, de gozar, de placer, de amar, de observar, de ser, de no ser, de soñar, de nadar, de navegar aún sin agua...
Días de silencio, pero de ese silencio casi mágico que hace nuestra mente cuando en medio de una sesión o en pleno viaje en colectivo un pensamiento inconsciente aflora y da sentido a infinitas cadenas de sucesos y pensamientos que no comprendíamos. Ese silencio que hace nuestra alma en el momento exacto en que el primer diamante de sol surge en la línea del horizonte con la única compañía del rumor loco de las olas contra las rocas. Ese silencio que hace nuestro cuerpo después de disfrutar la locura y pasión de un orgasmo, mientras se acurruca contra el cuerpo de su amante para fundirse en una sola piel hasta que la siguiente caricia lo despierte. Ese instante de silencio que hacemos los lectores cuando llegada la última frase de un buen libro, tenemos que cerrar la contratapa y sin embargo nos quedamos esperando que se escape alguna palabra más que nos de consuelo o que nos siga haciendo soñar. Ese mágico instante de silencio en que cesa el llanto de un bebé mientras acomoda sus labios al generoso pezón de su madre. Ese dulce silencio de los labios de los enamorados fundiéndose en un beso que jura ser eterno. Silencio que disfrutan dos amigos caminando por una calle cualquiera yendo a ningún lugar. Silencio de esa cerveza tomada bajo aquel árbol recordando internamente como el paso de los años nos separó y nos hermanó, nos lastimó y nos curó con la misma dulzura y nos permite simplemente sonreír mirando los ojos de algún vecinito errante. Perfecto silencio del agua cuando te sumergís despacio en una pileta vacía y te propulsás desde la pared intentando contener el aire lo suficiente para escuchar solamente la fricción que genera la velocidad de tu cuerpo contra la resistencia del agua. Silencio de las profundidades al bucear, que hace doler los oídos. Silencio de ese abraso que esperaste tantos años y que sentís te acaricia el corazón. Silencio de una mirada, silencio de una sonrisa, silencio de un perfume que nos llega como perdido en el aire y que intentamos encontrar.
No hay fórmula para el silencio, simplemente está ahí, esperando ser descubierto, percibido o mágicamente escuchado.
Durante mucho tiempo pensé que el silencio era un cruel amigo de la soledad y sin embargo el silencio está plagado de sonidos y palabras, solo que a veces no nos damos el tiempo necesario para escucharlos...
Es cierto que con la llegada del verano la piel pide a gritos un chapuzón, pero un chapuzón hace mucho ruido, tal vez sea hora de caminar simplemente sobre el agua, con el agua, dentro de ella, con suaves movimientos que me permitan escuchar lo que tiene para decirme.
Sospecho que ese será un gran reencuentro, otro gran reencuentro y otro mágico silencio.


Este es a la vez mi balance y mi deseo.
No importa cuál sea el agua ni cuál de los silencios que mencioné.
Simplemente Agua y Silencio


Una vez más: Be Water my friend!
Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Cant you understand
Oh my little girl

All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm
Vows are spoken
To be broken
Feelings are intense
Words are trivial
Pleasures remain
So does the pain
Words are meaningless
And forgettable
All I ever wanted
All I ever needed
Is here in my arms
Words are very unnecessary
They can only do harm

Enjoy the silence (Depeche Mode - 1990)

Hello darkness, my old friend,
I've come to talk with you again.
Because a vision softly creeping
Left its seeds while I was sleeping.
And the vision that was planted in my brain
Still remains within the sounds of silence.
In restless dreams I walked alone
Narrow streets of cobblestone,
'Neath the halo of a street lamp
I turned my collar to the cold and damp
When my eyes were stabbed
By the flash of the neon light, that split the night
And touch the sounds of silence.
And in the naked light I saw
Ten thousand people, maybe more.
People talking without speaking,
People hearing without listening.
People writing songs that voices never share
And no one dared disturb the sounds of silence.
'Fools,' said I, 'you do not know
Silence like a cancer grows.
Hear my words that I might teach you,
Take my arms that I might reach you.'
But my words like silent raindrops fell,
And echoed in the wells of silence.
And the people bowed and prayed
To the neon god they made.
And the sign flashed out its warning
In the words that it was forming.
And the signs said, the words of the prophets
Are written on the subway walls and tenement halls.
And whispered in the sounds of silence.

The Sound Of Silence (Simon & Garfunkel - 1966)

viernes, 5 de diciembre de 2008

Penélope???

Penélope, con su bolso de piel marrón, y sus zapatos de tacón, y su vestido de domingo.
Penélope, se sienta en un banco del andén y espera a que llegue el primer tren meneando el abanico.
Dicen que en el pueblo que un caminante paró, su reloj una tarde de primavera.
Adiós amor mío no me llores volveré antes que, de los sauces caigan las hojas.
Piensa en mi, volveré, por ti, Pobre infeliz, se paró su reloj infantil una tarde plomiza de abril cuando se fue tu amante
Se marchitó, en tu huerto hasta la última flor no hay ni un sauce en la calle mayor para Penélope.
Penélope, tristes a fuerza de esperar tus ojos parecen brillar si un tren silba a lo lejos.
Penélope, uno tras otros los ve pasar mira sus caras, les oye hablar para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo que el caminante volvió la encontró en su banco de pino verde. La llamó Penélope, mi amante fiel, mi paz. Deja ya, de tejer sueños en mi mente. Mírame, soy tu amor, regresé, Le sonrió, con los ojos llenitos de ayer, no era así su cara ni su piel, Tú no eres quien yo espero.
Y se quedó con su bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón sentada en la estación, sentada en la estación. (Joan Manuel Serrat)


Penélope teje su lienzo durante el día y lo deshace durante la noche, hasta ahora nada nuevo, pero en esa acción de tejer destejer, va tejiendo historias, Serrat lo llama sueños en su mente, va haciendo historias de Ulises, el ausente, cada día con Penélope frente al mar la suerte de Ulises es diferente, cada noche esa historia se cae en pedazos ante la desilución, durante diez años las travesias de Ulises son inferiores ante la imaginación de su esposa que lo ha visto muerto ante la lanza de un troyano, reducido a huesos en la isla de un ciclope, pese a todo, cada tarde se sienta frente a la playa para dejar morir deshacer otra historia y tejer otro final...

"Tercer día"
Casi ya de madrugada
deshice cama y también veladores
guardé hedredones, sábanas y joyas,
como siempre en aquella alacena.
Cambié el delicado camisón de lino damasquino
por uno más sereno hilado en casta lana blanca.
Por la tarde me dormí llena de conjeturas siniestras
y otra vez en el sueño-esa oscura ley que me castiga
-vi a Ulises
amando a Circe la hechicera- por cierto, qué mujer más bella.
Al despertar, mudé los muebles de lugar
para empezar un no sé qué con otro orden.
Y, ahí estaba, hila que te hila escribe que te escribe
teje que te teje.
En mi balcón de costura
deshilo desescribo, destejo
sin comprender qué naufragio interior es el que no me permite hilar a Ulises,
en la isla,
aquí,
conmigo.
Pero de súbito, Penélope mi hermana,
despierto en otro sueño
veo
otra
la trama:
una hebra que se tuerce
un hilo que se muerde
un verbo que hace falta
y comprendo, por qué no llega nunca aquel que espero.
¡El conjuro, el conjuro convoca el gesto inverso!
El hilo se desata
el sueño se desueña
la canción se desencanta
parezco una valija desvalijada
una nada.
Soy un cuento que ya no cuenta
el regreso de Ulises a Itaca.
¿Qué hacer, dime, si Ulises vuelve ahora?
(texto de Blanca Wiethüchter, extraído de Itaca)


Los últimos dos textos fueron extraídos del blog "Tramp Streamer"

lunes, 1 de diciembre de 2008

Colgada

Hace mucho, pero mucho, mucho, que no me colgaba tanto. El facebook y los reencuentros son en parte responsables. Volver 20 años o más en el tiempo a recordar los caminos andados y reescribir la propia historia desde otro lugar es algo maravilloso. Colgar la toalla y las ojotas en un aspecto de mi vida fue lo que permitió vivir otras historias que de otra forma no me hubiera permitido. Recuperé tanto desde la última entrada de este espacio que al releerla la siento ajena.
En vez de navegar en lagos vecinos ahora pienso en atravesar continentes; en vez de lo que nunca tuve, ahora pienso en todo lo que tengo; en vez de pensar en los que no me quieren, ahora disfruto de los que me aman a pesar del tiempo. La balanza se equilibra una vez más y esta libriana continúa su camino en busca de sus sueños o en busca de un Nuevo Paraíso, que sea eso justamente y no un llamativo oasis parte de un espejismo.

El agua permanece a su modo y en otra conexión...
Un agua que me hará trabajar, pero de otra forma.
Es raro notar que llueve y no estoy triste, pero está buenísimo...