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martes, 9 de noviembre de 2010

Maratón Acuática Baradero 2010 - No hay dos sin tres...

Hace 3 años luego de una mezcla de sensaciones y sentimientos (ver: Maratón Acuática Baradero 2007 - Un Baradero más...) juré que nunca más iba a nadar en Baradero.

Hace 2 días rompí ese juramento. ¿Por qué? Todavía no lo sé muy bien.

Quizás porque necesitaba un motivo para no abandonar el agua, o mejor dicho, para volver a ella.
Quizás porque cada competencia (ya sea en pileta, o en aguas abiertas) es para mí como una montaña rusa, a la cual me subo con miedo, y hace estallar mi corazón de adrenalina, que me hace llorar y reír con locura al mismo tiempo, y que hace que piense que es la última vez, que
nunca más me voy a exponer a semejante riesgo, que nunca más quiero sentir mi cuerpo al borde de la caída; sin embargo, cuando el recorrido termina y el carrito se detiene surgen en mí unas ganas desenfrenadas de volver a subirme y volver a sentir esa experiencia increíble.
Quizás, porque viví caídas mucho mas trágicas que la de una montaña rusa y esta última por lo menos me hace disfrutar del "vuelo" en las bajadas...
O quizás simplemente, porque quería sentirme viva, aunque eso implique sentir frío, soledad, cansancio y hasta arrepentimiento.
Lo cierto es que este sábado me fui para Baradero, y mientras salía de mi casa con esa maldita sensación neurótica de olvidar algo, hacía el recuento mental donde lo esencial estaba en el bolso: malla, gorra y antiparras... ('lo demás no importa', me repetía a mí misma)

Y ahora que lo escribo, creo que es esa simplicidad la que me hace volver a cada pileta, a cada río, a cada posible encuentro con el agua: que todo lo que importa radica en esas 3 cosas: malla, gorra y antiparras... [ojalá en otros aspectos de la vida fuera tan fácil y tan concreto]

Sé nadar hace nada menos que 33 años y eso también se resume en 3 cosas básicas e infaltables: bracear, patalear y respirar. Y cuando lo básico está automatizado por la experiencia, lo que resta es dejarse llevar...

Una semana atrás estuvimos con unos amigos en la costa de Baradero luego de una importante tormenta y después de quedar atascados en el camino y de sacar kilos y kilos de barro de las ruedas de nuestro medio de transporte, entre risas y fotos, me puse a hacer un monolito de barro, pidiéndo, o suplicando internamente, que a la semana siguiente no hiciera frío.
Parece que a la Pacha Mama le gustó mi ofrenda, así que, este fin de semana, luego de una noche tormentosa (para mis músculos y huesos) dentro de la carpa (en mi debút campamentístico), el domingo amaneció increíblemente radiante.
El pronóstico del clima aseguraba 32ºC pero se quedó corto...
El río estaba espléndido, lleno de peces que saltaban por todos lados y marcaban la corriente, que podía no ser mucha, pero corría, y es lo que importa...
A la hora de la carrera se sumó un lindo viento en dirección a la meta y recordé un sueño que tuve hace mucho (ver: Algunas personas se ahogan)
Me reencontré con unas amigas de mis épocas competitivas y eso me reconfortó, porque cuando uno pierde algo parece recortar la realidad alredor de la pérdida y deja por fuera todo lo que no se va con lo perdido. Hay personas que no se ahogan (haciendo referencia al sueño mencionado anteriormente) y es bueno recordar y valorar esa parte de la realidad también.

Y así, en medio de charlas y sensaciones, de nuevos y viejos amigos, dieron la señal de la partida del grupo de Elite y me vi ajustándome las antiparras y mojándome la cara a orillas del río, y escuché la señal, y dí un par de pasos en el barro, y luego un par de brazadas y luché otra vez contra mis pulmones que se negaban a largar el aire bajo el agua, y nadé unos 300 metros (otra vez) con la cabeza afuera sin poder controlar la respiración. Me forcé a hundirme (pensando en la increíble lucha del cuerpo contra la mente y viceversa) y solté todo el aire el agua fría, y creí que me ahogaba, ahí, a solo unos metros de la partida, pero sobreviví (una vez más). Tomé una bocanada de aire, dí un par de brazadas de pecho, me preguntaron desde un bote cómo estaba y respondí: "Sí, Sí, todo bien!" y les levanté el pulgar. (por dentro me puteé por haber mentido tan descaradamente, pero la verdad era demasiado brutal: falta de aire, dolor abdominal, dolor lumbar, dedos de los pies acalambrados, pánico generalizado, jajajaj, como para internarme nomás)

Y entonces mi neurosis obsesiva me salvó (pobre de mí si fuera histérica), porque los pensamientos se ocuparon de no darle lugar a lo corporal. Y el cuerpo cedió un poco en su insistencia. Pero claro, que no todo lo que brilla es oro, y la salvación de unos metros fue un pesado anclaje metros adelante, cuando los benditos campings que señalaban el 1º kilómetro no llegaban y los pensamientos se tornaban un poco oscuros. Y pensé que nadie tenía la culpa de nada, solo era la falta de entrenamiento y los Marlboro (mis auspiciantes deportivos exclusivos).

Luego, llegaron los campings y llegó el puerto. Y en medio del gentío que miraba curioso y alentaba a esos locos que estaban en el agua, reconocí dos siluetas amigas, Javier y Nahuel, los saludé desde el río, y al responder mi saludo fue como si me dieran una dosis EV (endovenosa) de energía. Así que pensé, como años, "hay que bracear, hay que patalear, y nunca parar de respirar, hay que bracear, hay que patalear, la costa va a llegar..." (ver: Agua Viva)

Y luego de un rato, de un largo rato, un sin fin de pensamientos (tales como: "no se puede hacer algo así sin entrenar", "mi única meta es llegar", ó "y si paro les pregunto cuánto falta?) se asomaron en el horizonte los arcos triunfales que indicaban la llegada. Y llegué, arrastrándome en la arena (no literarmente pero casi, porque la salida era bastante empinada y no muy firme que digamos) y charlé con las chicas que llegaron adelante mío y con las que hicimos gran parte del trayecto juntas, y entregué mi chip y saludé gente y me hidraté y saludé a Laura y Cecilia que ya estaban en la meta y esperé que llegara César y juntitos los 4 nos subimos al camión y fuimos al encuentro con nuestros amigo y familiares y almorzamos (y debo confesar que a pesar de todo lo que pensé en 1 hora de nado, me fumé un pucho, y mates de por medio nos fuimos a esperar la premiación.

El podio esta vez no fue sorpresa, porque conozco el río y mis posibilidades, pero dadas las condiciones en las que nadé (después de estar 2 años parada y fumando un atado por día) la medalla que más valoro es la de Finisher.

Y hablando de finales, mejor que esta nota termine porque ya es demasiado larga (casi tanto como la Maratón)

Mi conclusión final: "el agua fortalece el alma", no se olviden nunca de esto, porque es algo que va más allá del estado físico (que obviamente hay que cuidar) y de los entrenamientos (que obviamente mejorarían la performance y los resultados). Es algo que se siente (y que obviamente, hay que "permitirse" sentir)

Nota: Pueden ver los resultados completos de la Maratón Acuática en Marítimo Producciones

viernes, 3 de octubre de 2008

Oliñas veñen e van...

Me fui tantas veces que creo haber perdido la cuenta.
Con 36 años empezaría a contar desde los 6, cuando me fui del jardín de infantes, ese lugar mágico a donde uno quisiera volver todo el tiempo, a jugar, a aprender, a ensuciarse, a burlar y ser burlado sin necesidad de ir al diván por eso.
A los 7 me fui del barrio, vivíamos en un barrio pobre, ganamos la grande de Navidad en diciembre del '79, nos invitaron a "Almorzando con Mirta Legrand" en el viejo ATC, nos fuimos de vacaciones a Córdoba, cambiamos el Kaiser Carabela por un Renault 12 Break 0 Km y nos mudamos a 5 cuadras de la Escuela y a 1 cuadra de la Avenida principal de Wilde. Mis abuelos y mis padres siempre pensaron que había que vivir cerca de las paradas de colectivo de las líneas principales para poder moverse más fácilmente (claro está que en la época del tranvía ellos tenías que caminar 10 o 20 cuadras para alcanzar su recorrido, o directamente caminar 20 o 30 cuadras hasta la fábrica).
A los 13 dejé la escuela primaria y a los meses dejé de entrenar en Independiente (siendo una nadadora del montón mi prioridad fue seguir estudiando y dejar la natación profesional para aquellos que tenían potencial)
A los 18 dejé la escuela secundaria y a la par dejé mi equipo de natación amateur en el Juventud de Bernal.
A los 19 terminé el C.B.C. y a la par dejé el grupo de la Iglesia.
A los 29 años dejé el laburo (me echaron después de 10 años de rigurosa asistencia y excelente desempeño) y terminé la Facultad.
En todo ese recorrido debo haber conocido más de mil personas y debo haber sido amiga de al menos unas 300 y sin embargo, a los 36 años me sobran los dedos de las manos para contar a aquellos amigos que persisten. Y no solo que persisten, sino que acompañan, en las buenas y en las malas, igual que el núcleo familiar primario (en criollo, mi vieja y mi hermana).

Al principio cada separación y cada ida me resultaba dolorosa, insoportable y me quedaba esperando que alguien notara mi ausencia y corriera a buscarme.
Con los años y las desilusiones (y diván de por medio) me empecé a dar cuenta que no se trata de perder, se trata de fluir... las olas van y vienen, no se pierden, se mezclan, se relacionan, con unas que van, con otras que vuelven, se unen y se separan para seguir su camino, ya sea hacia la costa, ya sea mar adentro.

Al fin al cabo "nada permanece" "todo fluye" y como citó Platón a Heráclito "no se puede bañar uno dos veces en el mismo río", aunque la verdadera frase sea aún más exacta:
"ποταμοις τοις αυτοις εμβαινομεν τε και ουκ εμβαινομεν, ειμεν τε και ουκ ειμεν τε"
"En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos]"
(párrafo extraído de
Wikipedia)

Ya no soy la misma y eso me alegra, me reconforta, porque cada ida implicó un crecimiento, una maduración. Pasamos por el mundo durante un lapso finito que no conocemos de antemano, porque aunque sabemos que se va a terminar, no sabemos cuándo. Puede ser hoy o en 40 años, da igual, estamos de paso y considero que son justamentes los pasos que damos, los que nos determinan. Los lugares, los grupos, las situaciones, están hechas para pasar, con mayor o menor provecho, con mas o menos aprendizaje, rescatando quizás una o dos personas en lugar de cientos... Los cientos podrán volver a cruzarse, como las olas en distintas direcciones, o como parte de ese río en el que somos distintos cada vez que entramos o no entramos.

En los últimos días dí un paso importante, que al comienzo lo pensé como un paso al costado, pero que con el pasar de los días y las olas desaparecidas se ha convertido en un paso adelante. Hacia dónde todavía no lo sé, las aguas del río lo dirán (Delfina ya saltó el arrecife en busca de la ola perfecta y hasta encontrarla seguirá simplemente surfeando en agua viva y transparente)...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Borrón y cuenta nueva


Si es verdad que el agua lava las penas, todas estas lágrimas tendrán que servir para algo.
Hoy es un día de cambio. Si el destino es lo que uno encuentra en el camino que toma para evitarlo, yo por evitar sufrir me hice mierda contra la misma pared de siempre.
Al igual que Florentino Ariza hice una lista infinita en espera de uno que nunca llegará. Por un lado es bueno darse cuenta a mitad de camino y no tener que esperar a los 70 para cumplir un sueño por unos segundos.
Por otro lado, desprenderse de un sueño deja un agujero, un espacio vacío demasiado doloroso en un principio. Doloroso, pero necesario. Porque solo en un espacio vacío puede entrar alguna otra cosa.
Así que hoy llegó el día de decirle a los muertos "Q.E.P.D" (que en paz descansen), de decirle a los fantasmas que ya no tienen asuntos pendientes conmigo, decirle a los que me deben algo que la cuenta está saldada.
La cuenta nueva es solo una expresión de mi neurosis, pero ya no como una carga negativa sino como una manifestación de lo que soy. En esencia, una mujer simple que busca vivir de la mejor manera y disfrutar de todo lo que pueda acá porque no cree en el más allá.
Si pude dejar de fumar, puedo tranquilamente dejar de esperar cosas de la gente. Y así como fui (y soy) feliz respirando el aire puro, disfrutando el olor a cemento al pasar por una obra o el olor a jabón en polvo al pasar por un laverap, seré feliz con los momentos que la gente me regale sin haberlo esperado.
Hoy me di cuenta que no puedo estar pendiente de la vida de personas o amigos que no me incluye en su vida, porque eso implica una carga pesada que mis hombros ya no pueden soportar y que no hay kinesiologo que lo arregle. Así que, al igual que ayer puse en una bolsa mis zapatos viejos que ocupaban lugar en el placard y los saqué a la basura, hoy, en estas letras me saco todos los pensamientos viejos con todas las lágrimas que no volveré a derramar para que descansen en paz.
Basta de mensajes encriptados en letras de canciones, basta de gritos desesperados en silencio, basta de noches solitarias (uy, ese es un tema de Paul McCartney, que contradicción), si ya a los 7 años mi papá me enseñó que "el que espera desespera". Si no hay peor sordo que el que no quiere oir para qué voy a andar gritando... (parece tan estúpido pero yo que me creía una mujer inteligente recién ahora me doy cuenta de semejante obviedad)

A partir de ahora solo la frase de Bruce Lee: "Be water, my friend"
"Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza, se convierte en la taza, si pones agua en una botella se convierte en la botella, si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede aplastar. Se como el agua. Amigo mío, el agua que corre nunca se estanca, así es que hay que seguir fluyendo".

A los que me acomañen en este nuevo camino: Bienvenidos!!!

lunes, 28 de abril de 2008

Gualeguaychú: No a las papeleras, Sí a la vida

Imagen: Efe - Clarín: EN MARCHA. Fue la manifestación más importante desde que comenzó el conflicto.

jueves, 3 de abril de 2008

"Uno en un millón" contra la malaria

La malaria o paludismo es la principal causa de muerte de niños y embarazadas a nivel mundial.
Cada año mueren de malaria entre 1 y 3 millones de personas.
Un 90% de las muertes se da en el África subsahariana.
El 70% son niños menores de 5 años.
Eso equivale a la muerte por malaria de un niño en África cada 30 segundos.
Esta enfermedad se contrae por la picadura de mosquitos infectados y debe ser detectada y tratada de manera inmediata para poder evitar la muerte del paciente.
Es por esto que se hace necesario que el tratamiento vaya de la mano de la prevención para combatir la malaria.
En este momento, el único medio de prevención efectivo es el mosquitero tratado con insecticida de larga duración (LLIN).
El insecticida es introducido cuidadosamente en las fibras que conforman las redes y éstas lo van segregando poco a poco durante 4 o 5 años; de allí su denominación “de larga duración”.
El costo de estos mosquiteros es de tan solo U$S 5 y siendo colocados en los hogares y sobre las camas pueden salvar la vida de un niño.
Los mosquiteros tratados con insecticida, por lo tanto, aportan una doble protección:
· En primer lugar ejercen una barrera física contra los mosquitos portadores de malaria y,
· En segundo lugar actúan como veneno mortal para aquellos mosquitos que entran en contacto con el insecticida.
Así mismo, estos mosquiteros son apropiados para niños, puesto que la cantidad de insecticida que estos puedan ingerir tras tocar el mosquitero y llevarse las manos a la boca no supone ningún peligro para ellos, resultando letales para los mosquitos.


La fundación “Against Malaria” ha convocado, junto con la firma Speedo a unir las brazadas en esta causa común, el día 5 de abril, con el objetivo de juntar un millón de nadadores en todo el planeta.
Los mejores del mundo ya confirmaron su participación: Michael Phelps, Grant Hackett, Natalie Coughlin, Katie Hoff, Amanda Beard y muchos otros..

Para participar y sumar tu colaboración podés visitar la página oficial del evento aquí

martes, 25 de marzo de 2008

Día Mundial del Agua en Ñandubaysal

El viernes 21 salimos con destino a Gualeguaychú para participar de la maratón acuática que se realizara el día sábado en Ñandubaysal, en ocasión de celebrarse el Día Mundial de Agua.

Al llegar, dimos una vuelta por la ciudad y después de almorzar, nos albergamos en el "Hostel Gualeguaychú" junto al "Patio del Mate".
Allí, conversando con Silvia y con Marina aprendimos mucho sobre la lucha del pueblo en contra de la instalación y funcionamiento de la pastera Botnia. Casi con resignación nos contaban que sabían que esta fábrica ya estaba funcionando y nada la iba a detener, pero que su lucha continúa para evitar la instalación de más pasteras en la costa uruguaya y para controlar las acciones de las ya instaladas (Botnia y Ence).
En cada vidriera de la ciudad se lee un "Sí a la vida - No a las Papeleras" y un "El 27/04 yo voy" que es su convocatoria para la cuarta marcha al puente internacional General San Martín.
Por recomendación de Silvia y Marina, esa misma tarde fuimos a conocer "Ñandubaysal", el camping donde se realizaría el evento acuático al día siguiente. Un lugar hermoso e inmenso, con la playa más grande sobre el Río Uruguay pero con una vista del Monstruo de Botnia que entristece y enoja.
Esa tarde fue hermosa y estuvo coronada por una luna llena que inspiraba respeto.
Por la noche, el calor y los mosquitos parecían no darnos tregua, pero llegó la lluvia y con ella una tormenta feroz que hizo bajar la temperatura y nos permitió descansar un par de horas.
Después de un rico desayuno en el hostel partimos hacia el balneario esquivando charcos en el camino de tierra y arena.
Llegamos, nos registramos para el evento (me tocó el número 32) y luego de charlas y fotos con los otros participantes nos fuimos hacia la playa.
Las aguas del río parecían enojadas en su día por tanta falta de respeto. Las olas parecían decir: "no se metan con nosotras", pero era un grito mudo perdido y arrastrado por el viento.
El evento se postergó para las 15 horas y los participantes no llegaron a ser 150.
Quizás por no ser competencia muchos nadadores del país no se sintieron motivados, pero la verdad es que este fue otro tipo de competencia. Fue una carrera contra la contaminación, que mata de a poco nuestros ríos y nos va dejando sin agua dulce, un recurso tan escaso a nivel mundial y del que poco nos queremos enterar. Parece que mientras el agua salga por la canilla, no importa de donde viene ni cuánta queda; el problema es que cando veamos que sale cada vez menos, va a ser demasiado tarde.
La experiencia en general fue un buen intento para reflexionar acerca de una realidad que nos aplasta y en lo personal fue algo increíble, por el contacto en vivo y en directo con la lucha de un pueblo que no cesa, por el primer abrazo con el río Uruguay, y por haber podido compartirlo con amigos...
Ver más fotos...

miércoles, 19 de marzo de 2008

Abracemos al agua en su día

El próximo 22 de Marzo se festeja el Día Internacional del Agua, y ya es un hecho que hoy en día el medio acuático se encuentra en constante amenaza, real y palpable.
Se sabe que a corto y mediano plazo las fuentes de agua dulce, limpia y no contaminada, empezarán a escasear. En gran medida por el mal uso que le damos habitualmente quienes la consumimos en forma despiadada y por la importante contaminación que generan fábricas y diversas empresas que poco les preocupa el medio ambiente, en muchas ocasiones en connivencia con sectores políticos de turno.
Es por esto que para quienes consideramos que el agua es parte de nuestra vida, ya que trabajamos , nos divertimos , entrenamos y disfrutamos del medio acuático, se está organizando compartir ese día con todos los nadadores que lo deseen Nadando 3 km!
Todos juntos sin competir, en el Río Uruguay frente a la planta pastera BOTNIA, sin ninguna motivación política, los nadadores , quienes amamos y disfrutamos del agua en forma sana e incondicional , hoy queremos defenderla.
A veces se piensa lo que se debería hacer, lo que sería correcto llevar a cabo y finalmente nunca se hace nada, a veces reclamamos a los otros que hagan algo y nos quejamos por la falta de hechos significativos. Hoy tenemos la posibilidad de hacer algo, cuantos mas nadadores seamos , mas se va a escuchar , acá y en otros lugares.
Yo comprometo mi presencia y los convoco para el Sábado 22 de Marzo en el " Camping Ñandubaysal" (a 8 km de la Ciudad de Gualeguaychu) a las 12:00 Hs.
Desde ahí nos vamos para el río a defender el agua que es parte de nuestra vida.
Las direcciones de correo electrónico de los coordinadores del evento son las siguientes:

miércoles, 20 de febrero de 2008

La casualidad es amiga de lo imposible

Esta es una semana difícil. Es la semana en que debería empezar a concretar todas aquellas ideas maravillosas que la madre naturaleza inspiró en mí durante mis vacaciones.
Mientras estaba en Iruya parada en la unión de las corrientes de los ríos Milmahuasi y Coranzulí, me ví a mi misma parada en un cubo de partida sin poder 'tirarme a la pileta'. Siempre en el borde, siempre 'a punto de'..., siempre esperando que otro dé la orden o que otro largue primero.
Quizás haya sido tan solo un efecto de mascar hojas de coca o puede que la naturaleza (extremadamente presente en este sitio) me haya enviado un mensaje al mejor estilo: "dejate de joder".
Hoy, en medio de la maldita rutina y los conocidos problemas de oficina, me preguntan desde otro blog: "¿Vas a abrir la que tenés delante o seguirás preguntándote que hay detrás?"
Entonces la pregunta se convierte en ¿cuánto tiempo más vas a pararte en el borde de la pileta, quejándote de todo e imaginando lo fresca y calma que debe estar el agua?
Mi neurosis trae una rápida respuesta: Quizás no haya agua, quizás el agua no está fresca, quizás esté sucia, quizás salpique a otro cuando me tire, quizás debería buscar a un guardavidas y preguntarle porque quizás molestaría a los que ya están nadando... y un sin fin de excusas que solo postergan (procastinan) al infinito una decisión que es solo mía.
Cuando voy a entrenar todo es distinto, porque siempre hay alguien que me dice lo que hay que hacer, pero en cierta forma esta metáfora ilustra mi actitud respecto del agua: mientras nadie se acercó a decirme que nadaba bien permanecí 17 años fuera del agua. Es cierto que en esos años no sabía muy bien lo que quería, pero eso me hace pensar que ahora sé lo que quiero, sé cómo podría alcanzarlo pero no me animo a dar el primer paso.
Quizás este blog haya sido en su comienzo una forma de tirarme a la pileta, de probar algo que no conocía, de abrir una puerta... Ojalá otros aspectos de mi vida fueran tan sencillos como escribir un blog. Ojalá las cosas se resolvieran escribiendo (porque es como mostrarse, pero escondida).
Ojalá un día me anime a abrir la puerta que traiga alguna de estas respuestas...

martes, 29 de enero de 2008

Un podio, muchos recuerdos

Al ver las fotos de la carrera en Chascomús, descubrí con sorpresa un rostro conocido y pensé: "la 3º es Marcela del 12"; seguramente por la euforia y la emoción no pude reconocerla en el momento, lo cual hubiera sido grandioso, porque podría haber compartido mis recuerdos.
Y al ver los resultados oficiales, pude verificar que quien ocupa el 3º puesto del podio es Marcela Herrera de Quilmes. "La negra Marcela" como le decíamos en los torneos de COTIN. En la época en que yo nadaba para el Juventud de Bernal, Marcela lo hacía para el 12 de Octubre y compartíamos podio en las pruebas de Juevniles B (la mayoría de las veces ella estaba en el lugar más alto).
En esas épocas las juveniles B que nos alternábamos los premios éramos 4: Cecilia, mi compañera de equipo, Marcela del 12 de Octubre y una chica del Cervecería (¿Gabriela Calegari?).
Al principio éramos archi enemigas, pero con el tiempo y las horas y horas de torneos uno se va conociendo y compartiendo ansiedades, temores y expectativas.
Recuerdo que en una época entró a nadar al 12 de Octubre una chica rubia, que era muy buena (me viene a la mente el nombre de Cynthia, pero seguramente me equivoco). Los tiempos de la rubia eran increíbles y pasó a encumbrarse en el 1º puesto del podio relegándonos a los escalones inferiores, que repartíamos entre las 4 según las pruebas. Fue gracias al odio o a la envidia que sentíamos en común hacia la rubia que nos empezamos a hacer amigas con Marcela.
Por suerte un día la rubia se federó y nos volvió a dejar el podio más repartido.
De estos hechos pasaron 18 años y volver a compartir un podio con la misma persona es algo increíble. Lástima que no la reconocí cuando la felicité, porque hubiera sido divertido comparar recuerdos.
Felicitaciones Marcela!

martes, 22 de enero de 2008

Aguas Abiertas en Chascomús

Ayer me confirmaron que este sábado 26 de enero vamos a competir en Aguas Abiertas, nadando 2500 metros en la laguna de Chascomús. Y después de dos meses de entrenamiento sin ninguna competencia y a punto de irme de vacaciones no hay excusa para decir que no.
Así que el sábado voy a nadar en la laguna por primera vez.
La única vez que estuve allí fue hace más de 25 años cuando mi papá nos llevó a conocer el lugar

Los años nublaron los recuerdos de aquella tarde y solo por las escazas fotos puedo reconstruir algo de aquello. Es una pena que ciertos recuerdos se borren, los momentos mágicos no deberían olvidarse. A veces quiero creer que esos recuerdos no se borran, sino que están guardados en cajitas de cristal para que no se estropeen (si Freud me escuchara me sacarían el título).

Me gustaría volver a escuchar ahora toda la explicación de mi viejo respecto de la conexión de la laguna con el Río Salado, de cómo la laguna decantaba sus aguas al río y cómo en caso de crecida de éste, el proceso se invertía.

Quizás por estos recuerdos, o por la falta de ellos, anoche soñé que el micro en el que íbamos a Chascomús se metía por el medio del agua, porque desde Quilmes en adelante el río estaba crecido y las calles estaban todas inundadas. Las olas golpeaban con furia las ventanillas y un viento frío se escurría por las rendijas. Una gran tormenta oscurecía el día y yo no me explicaba cómo el chofer no perdía la orientación y se mantenía sobre la ruta, que no era más que agua... Las olas eran de más de un metro y yo pensaba en toda el agua que iba a tragar tratando de pasarlas... Al sueño se sumaron otros ingredientes que hicieron que amaneciera llorando y que por cada palabra que escribo haya una lágrima tratando de escapar.

Por suerte, estoy acostumbrada a que los sueños no se cumplan, y eso me tranquiliza. Solo espero que el sábado no amanezca nublado...

jueves, 20 de diciembre de 2007

STOP

Stop.
Necesito parar.
Quizás un par de días de vacaciones bloggerísticas tranquilicen, sino un poco mi espíritu, al menos un tanto mi mente.
El título de este blog no es casualidad. Desde el inicio mi intención fue ser "transparente".
El problema es que a veces la transparencia me torna invisible y creo que ese es el momento de hacer "mutis por el foro".
Otras veces, se me hace dificil ser transparente y me la paso buscando formas de decir lo que no puedo decir (no porque no sepa cómo sino porque después de dicho no hay punto de retorno) y por ejemplo, pierdo horas intentando encontrar una letra de alguna banda favorita o buscando alguna imagen o algun video que exprese algo de lo que siento ( ... ). Pero todo esto me vuelve opaca, sin brillo y muy poco atractiva...
Quizás el problema sea (al mejor estilo "el colmo de una nadadora") que no me animo a tirarme a la pileta, asumiendo un compromiso mayor. O quizás también, sea que este espacio es solo un intento mediocre de resaltar ciertos aspectos de mi vida como para no olvidarlos, o para acomodarlos en una especie de biblioteca virtual y tenga que aceptar que siempre hay algo que queda por fuera.
Mi vida está marcada por el agua, pero no todo es agua y debo aceptarlo. Y en estos días en que el agua se manifiesta solamente en las dos horas diarias de entrenamiento, no puedo forzar las cosas para que encajen en este espacio.
O quizás todo esto se trate de haber salido a navegar sin rumbo y a estar perdida en medio de un océano de sentimientos. Solo me gustaría saber si "Cuando llegue la tormenta, ¿te dejarás ver a mi lado?" ("When the storm arrives, would you be seen with me?" - You know my name - Chris Cornell)

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Be water my friend

"Don't get set into one form, adapt it and build your own, and let it grow, be like water. Empty your mind, be formless, shapeless — like water. If you put water into a cup, it becomes the cup. You put water into a bottle it becomes the bottle. You put it in a teapot it becomes the teapot. Now, water can flow or it can crash. Be water my friend".
Bruce Lee
"No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer, sé como el agua.
Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua.
Si pones agua en una taza se convierte en la taza.
Si pones agua en una botella se convierte en la botella.
Si la pones en una tetera se convierte en la tetera.
El agua puede fluir o puede chocar.
Sé agua amigo mío".
(frase pronunciada el 9 de diciembre de 1971, en un programa de televisión canadiense, en la que sería su última entrevista)

jueves, 6 de diciembre de 2007

De agua, música y pasiones...

Así como la pasión por el agua es para mí algo inexplicable, la pasión por la música también lo es.
En el agua no me considero una gran nadadora, pero en cada brazada, la sensación del empuje del agua y del avance es maravillosa. Nadar sintiendo las ondas generadas por la patada del que va delante, nadar pegado y dejarse llevar por el compañero, sentir cómo se estremece el agua cuando alguien se zambulle a 3 andariveles de distancia, pasar el área de burbujas generada por los alumnos del curso de buceo, son situaciones que hacen que algo rutinario, como puede llegar a hacer un entrenamiento, se convierta en una experiencia maravillosa y nueva cada día.
Nunca lo pude explicar, pero jamás pude, ni puedo pasar por un puente sin mirar el río, el arroyo o el curso de agua que pasa por debajo. En mi cuerpo, en mi sangre, en mi alma, hay algo que se conecta y se expande; como si por alguna ley extraña (que seguramente existe dentro de alguna teoría que desconozco) ciertas partículas se expandieran y se reconectaran, permitiéndome sentir la energía del Universo. [sí, se que suena medio desquiciado, pero estando sujetada por el lenguaje, no encuentro la forma de decirlo de otro modo]
Con la música me pasa algo similar. Sé muy poco de música, no entiendo de aficinaciones o de armonías, pero sé muy bien lo que me gusta y lo que no; y lo sé porque lo siento. Es también una cuestión de conexión. Durante años escuché temas en inglés que me conmovían sin tener la menor idea de lo que decían, pero con la convicción de que algún día descubriría cuál era la conexión. Y hasta ahora, siempre la encontré.
Al igual que con el agua, cada nota, cada instrumento, cada voz, despiertan una emoción distinta cada vez, profunda o superficial, que me aisla, me sustrae por momentos y por otros me conecta con el mundo. Me hace feliz. Aún cuando despierte recuerdos muy tristes o cuando algún tema me hace llorar mientras tarareo; la música me hace feliz (igual que el agua). [Aunque la explicación no sea necesaria, quizás lo que antecede les explique en cierta forma porque en este espacio aparecen tantas letras o videos musicales]
Musicalmente, tuve una adolescencia rebosante de las grandes bandas de los 80's. Comenzando por The Police, U2, Madonna y terminando por The Cure y Pink Floyd fueron años de incoherencia que me permitieron definir que en realidad no tenía nada definido (entre nosotros, a los 13 años era fanática de Pimpinela ¿? y 4 años más tarde sucumbía bajo los ladrillos de The Wall ). Si algo aprendí en esa época fue a seguir escuchando... imagínense de todo lo que me hubiera perdido si me hubiera quedado con Pimpinela...
Los 90's llegaron entre Facultad, Trabajo y parejas desparejas. La radio me acercó una mezcla de Nirvana, Morphine, los Chilly Pepers, Soundgarden y Blind Melon. Y todos ellos me emocionaron.
Hoy, salgo corriendo a comprar el nuevo disco del Indio Solari y me preparo para disfrutar del Personal Fest, donde me espera una mezcla de Los 7 Delfines, Spinetta y Chris Cornell. De este último les dejo dos de los temas que más me conmovieron y me conmueven...

lunes, 26 de noviembre de 2007

El Yacaré del Paraná

Un día, frente a uno de los tantos problemas que quedaron plasmados en estas páginas, un amigo me dijo que "lo importante es que no sea importante". Hace 15 días atrás ganaba (en mi categoría) los 9 km de Baradero y me ahogaba en un vaso de agua. Pero después me dí cuenta que la solución estaba en la importancia. Porque es como si los problemas crecieran en proporción a la importancia que les adjudico. Una pequeñez puede convertirse en un gran pesar. Es solo una cuestión de actitud.
El domingo partimos muy temprano rumbo a San Pedro para participar en la Maratón Acuática del "Yacaré del Paraná". Durante la semana había entrenado bien (como hacía más de un mes que no hacía) pero además me había propuesto disfrutar de un domingo hermoso y no iba a haber nada que modificara esa grata sensación. Y por supuesto no lo hubo.

El lugar era hermoso. Bajar por la avenida y de golpe ver un gran balcón y una vista teñida de verdes árboles y ese marrón rojizo tan hermoso del Paraná me estremeció. El contraste con el celeste intenso del cielo le daba el toque final a la postal.

La mañana fue pasando entre fotos, mates y apuestas. Con el 292 tatuado en el brazo derecho, los nervios aparecían de vez en cuando pero se iban enseguida, como arrastrados por la corriente. Es que tanta naturaleza no te puede poner nerviosa, sino todo lo contrario; es algo así como una gran descarga a tierra.

Largaron lo 2 km y a menos de 10 minutos del anuncio llegaban los primeros nadadores a la meta. Qué rápido fue todo. Nos subimos al barco, nos bajamos, nos tiramos al agua y cuando la cuenta regresiva iba por el 5 ya estábamos nadando. El agua estaba hermosa, la corriente te hacía volar. La mezcla de verde, marrón y celeste me acompañó todo el camino. Un verdadero placer. Llegó la marca de los últimos 2 km y pasó enseguida, llegaron los botes y los barquitos y el andarivel de la llegada. El barro en las manos, el grito de la gente para que me parara, las risas de algunos (incluida la mía) mientras me levantaba izándome por la soga para no caerme. El Nº 27, la banana, el agua y el abrazo con amigos coronaron la carrera.

Después nos esperaba una tarde hermosa y llena de sonrisas y de mates. Más fotos y un atardecer sentados junto al río. Más sonrisas desde los podios y "mi amigo" Esteban 3º en la clasificación general. El podio propio y el beso del Yacaré Carlos Agenor Almada con sus 75 años. Son todas pequeñas-grandes cosas, que solo me confirman que amo el agua y amo nadar y espero que esa pasión no me abandone nunca. Eso es lo importante.

martes, 13 de noviembre de 2007

Maratón Acuática Baradero 2007 - Un Baradero más...

Una vez más pasaron las aguas abiertas y recién hoy, más descansada y más abrigada, puedo ver la competencia desde otro lugar (uno un poco más cómodo)

Por distintas situaciones cotidianas y no tanto, la semana pasada fue una de las más duras del año. Intenté entrenar igual y ni eso pude hacer. Día a día el pronóstico del tiempo se iba modificando y lo que un día me daba esperanzas, al día siguiente me derrumbaba más.
El frío y la lluvia del sábado solo hicieron que la sensación de que la iba a pasar mal en Baradero se convirtiera en certeza (al mejor estilo delirante).
Porque en realidad, el frío que me preocupaba no era el del agua, ni el del clima, sino el que sentía muy dentro mío...
A las cinco sonó el despertador, mi cuerpo se levantó, se bañó, se puso la malla y salió con el bolso y la chocotorta en mano, pero mi corazón se quedó pegado en la almohada.

Hace tiempo había uno de esos powerpoint que llegan por cadenas de mails, (creo que se llamaba "el reflejo" o algo así) que contaba la historia de un perro que buscaba refugio en una habitación con mil espejos, donde al mover la cola y ladrar de alegría veía mil perritos que le respondían alegres; en cambio otro perro entraba, se sentía amenazado y al gruñir, solo recibía gruñidos. El domingo me sentía como ese perro gruñón, pero con el agregado de ser consciente de esa situación y no poder modificarla a pesar del esfuerzo (y sí, en casa de herrero, cuchillo de palo).
Además no hay forma más fácil de estar sola, que sentirse sola, para terminar aislándose y confirmando la soledad.

Llegamos a Baradero alrededor de las nueve y no paraba de temblar. Lo único que quería era tirarme al sol, porque mis piernas insistían en no querer sostenerse paradas.
A las 11 se fueron los chicos a nadar los 2 Km y en ese momento pensé, que si ellos eran tan valientes para meterse al agua a esa hora, yo tenía que serlo para intentarlo un par de horas mas tarde. El verlos esperando los camiones con alegría y entusiasmo a pesar de estar temblando fue lo que me hizo tomar la decisión de nadar igual sin importar las consecuencias...
Y si nadé fue porque mi equipo contaba con eso aunque yo me sintiera estúpidamente sola.
Me subí al barco temblando y ni bien zarpó me sentí mareada; malestar al que se sumó el frío insoportable a causa de la salpicadura de una de las motos acuáticas que acompañaban en la travesía.
Llegamos a la partida y después de todo lo anterior el agua parecía tibia. Claro que esa era el agua que me llegaba a los tobillos y no el agua de la corriente por la que tenía que nadar.
Y nadé. Nadé esperando que mi cuerpo entrara en calor (cosa que nunca logré) y hasta pataleé en varios tramos para evitar sentir los pies como dos adoquines que me llevaban al fondo. La mayor parte de la carrera la hice sola. Adelante me llevaban entre 20 y 30 metros y atrás no veía a nadie. Y seguí nadando. Nadé esperando ver el camping y cuando vi el camping, esperando la curva; y cuando llegó la curva esperando ver el barco y cuando llegó el barco, esperando ver a la gente. Y al ver a la gente me dije a mí misma llegué. Llegué y le gané a la desesperación, a la ansiedad, al frío, al dolor, a la soledad. Les gané a todos.
Eso pensé hasta que intenté pararme en la llegada y no podía. Me dieron una mano, me felicitaron, me preguntaron mi número de inscripción (que increíblemente recordaba) y me largaron sola por un vallado que recorrí tambaleando como una alcohólica. El frío, el mareo, el dolor y la soledad tomaron revancha y me abatieron nuevamente. (cada paso era como verlos reír mientras decían a coro ¿creíste que nos habías ganado?) Lo único que quería era tirarme al piso y llorar. Llorar y no parar de llorar. Obviamente nadie hubiera tendido semejante escena y entonces traté de resistir (hold on, hold on, tarareaba dentro mío).
Disimulé todo lo que pude pero sé que no soy buena actriz.


Llegó la entrega de premios y los organizadores dijeron que yo era la ganadora de mi categoría y después de todo lo relatado (y de todo lo que mejor ni cuento) no me lo esperaba ni un poquito.
La sonrisa y el saludo de la foto fueron la forma de demostrar que esa medalla no era mía, se la habían ganado los que a pesar de los gruñidos se acercaron para ayudarme, para alentarme o simplemente para escucharme. A veces un simple abrazo es el mejor antídoto para la rabia. Y ese fue para mí el mejor premio del domingo...

viernes, 2 de noviembre de 2007

Maratón acuática Baradero

Faltando poco más de una semana para una nueva edición del Maratón Acuático de Baradero, vuelvo a publicar parte de la nota donde conté mi primer experiencia en aguas abiertas:

En Noviembre de 2006 nadé por primera vez en Aguas Abiertas.
Sinceramente nunca me imaginé que a los 34 años iba a descubrir una experiencia tan apasionante. La verdad fue que me empujaron a descubrirla. Yo no quería saber nada con eso de nadar tantos kilómetros y sin poder seguir la línea negra del fondo de la pileta, no quería saber nada con el agua fría, ni con la posible fauna del río. Fue gracias a la insistencia de Pablo (mi entrenador) que terminé anotada en los 9 km.
El 5 de Noviembre llegamos a Baradero en un día nublado. Mientras se disputaban los 2 km comenzó la lluvia y los nervios. Nuestro coach decía que si llovía era mejor porque el agua estaba más templada... Pero cuando embarcamos para salir ya era un diluvio y la organización tuvo que suspender el evento para el sábado siguiente. Y allá fuimos otra vez, el 11 de Noviembre, con un sol radiante y muchos más nervios.
Todo transcurrió muy rápido, el barco, ir mirando los puntos de referencia mientras remontábamos el río, la largada, el agua helada, los primeros 500 metros con la cabeza fuera del agua mirando hacia dónde ir y ese cambio de aire glorioso que hace que uno empiece a disfrutar de lo que está haciendo. Nadar mirando la costa, las vaquitas, los lugareños, la curva "Así-Así", las motos acuáticas que te hacían tragar agua, las olas provocadas por las lanchas, y en un momento llegar al camping que marca que solo faltan 2 km para terminar. Todo esto mientras escuchaba como en un sueño las palabras de mis compañeros de equipo que me repetían "vas a ver que Baradero te cambia la vida". Yo no los entendía cuando trataban de convencerme para que fuera y solo en ese momento, nadando sola en medio del río, los entendí.

Llegué a la meta con una sensación de satisfacción personal y de agradecimiento indescriptibles. No se puede poner en palabras. Se siente. Como dice la canción que le da nombre a este espacio: "el agua fortalece el alma".
Todos los nervios y temores quedaron atrás y olvidados. La satisfacción de haber terminado la prueba fue inmensa y cuando me llamaron para premiarme por el segundo puesto de mi categoría no lo podía creer.
Porque el premio fue haber vivido esa experiencia y la medalla fue un extra...

martes, 16 de octubre de 2007

Agua Viva y Transparente

Hay veces que empiezo a leer un libro por el cual tenía muchísimo interés y a las pocas hojas me doy cuenta que estoy completamente perdida y que lo que leo no tiene ningún sentido. Cuando me pasa eso, dejo el libro un par de días y vuelvo a leerlo desde el comienzo... Por lo general descubro que es como si nunca hubiera leído ni una palabra (y eso me dice que la primera vez que lo empecé, leía para no leer).
En estos días me pasa algo parecido con el agua. Hay días que no la siento, la padezco. Hay días que escribo sobre el agua, para no pensar. Hay días que entreno, para no nadar. Supongo que es una cuestión de conexión...
Por eso, hoy necesito leer, escuchar y repetirme una vez más las palabras que dieron nombre a este espacio y que pertenece a Los Brujos (una banda de rock nacional de los '90 que dedicó varios temas al agua: Atlánticos - Azul Lucero - Tónico para soñar - El pececito)

Agua viva y transparente

Hay que bracear, hay que patalear
y nunca parar de respirar
hay que bracear, hay que patalear
la costa va llegar.

Miro adelante el río
sigo, yo jamás me rindo
veo todo como un juego
aire y corazón de acero.

Viajo contra la corriente
fuerza hay que ser valiente
crezco hasta ser oleada
el agua fortalece el alma

Viento puro movimiento
golpes a poner el cuerpo
nada yo no soy carnada
no me atrapa la cascada.

Bajo todo es más intenso
cero todo fondo es suelo
la energía es más potente
Agua viva y transparente.

Los Brujos (Guerra de Nervios - 1995)

lunes, 1 de octubre de 2007

Campeonato Nacional de Natación Master 2007

El día después...

Ayer y después de 4 días de nervios, risas, ansiedad, abrazos y muchas cosas más, terminó el Campeonato Nacional de Natación Master que se disputó en Cenard...
Si tuviera tiempo podría decir infinidad de sentimientos, podría relatar muchas escenas inolvidables o podría contar muchas de los pensamientos que pasaron por mi cabeza; pero participar de un Campeonato durante 4 días, implica que uno regrese con un atraso de 4 días en las obligaciones cotidianas...

Foto: Mauro Charvey

Pero la sensación principal que me queda, es la misma que me produce llegar al final de un buen libro después de varios días de lectura. Es esa sensación inexplicable, de tener ganas de saber el final, pero de no querer que se termine... (creo que fue eso lo que hizo que ayer, postergara el hecho de llegar a casa a pesar del cansancio)

Hay cosas que no se pueden poner en palabras sin arruinarlas. Hay cosas que simplemente se sienten. No se puede poner en poner en palabras una mirada, una sonrisa, un abrazo, un gesto de aliento (tendría que ser poeta para poder hacerlo). Lo único que puedo decir, es que esas sensaciones y sentimientos son algo así como una serie de Polaroids Mágicas que atesoro en mi corazón...

jueves, 16 de agosto de 2007

Malentendido estructural...

En el curso de Psicología Aplicada al Deporte que estoy haciendo, tuve la suerte de tener una clase a cargo del Profesor Gerardo Salorio, quién fuera Preparador Físico de la Selección Argentina de Fútbol en Alemania 2006 y tetra campeón del mundo con la Selección Juvenil Sub-20. "El Profe" nos dió una clase dedicada a Comunicación, Liderazgo y Motivación. Cada tema estaba acompañado por una presentación de PowerPoint preparada para la ocasión y no solo tuvimos el honor de escuchar sus experiencias y anécdotas, sino que además, nos dejó una copia de las presentaciones.
En la presentación correspondiente a "Comunicación" hay una sección dedicada a la "calidad humana". A continuación, transcribo una parte del texto e imagenes, que me identifica en estos días, donde digo lo que no quiero, no puedo decir lo que quiero y no quiero decir lo que en verdad puedo... En fin, ya lo dijo Lacan: "el emisor recibe del receptor su propio mensaje en forma invertida..."(por eso el título de este texto).

"Hablar de calidad humana, es cuidar nuestros vínculos con los demás. Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos.
De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber cómo nos fue.
¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?.
Es triste leer un libro y no tener a alguien con quien comentarlo, es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.
De nada vale estar al frente de una cancha de tenis, de fútbol o frente a un juego de salón si no tenemos con quien jugar, con quien disfrutar ese momento.
¿Para qué tener lo que no se puede compartir?. Ni las cosas ni el dinero, poseen valor intrínseco. El valor de lo material está en su aplicación, en el servicio a alguien más o la convivencia con alguien más.
En muchas ocasiones estamos asustados, asustados de lo que tal vez no podemos hacer; asustados de lo que pensaría la gente si tratamos.
Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.
Decimos no, cuando queremos decir si. Murmuramos cuando queremos gritar, y después...
después gritamos a quien no teníamos que hacerlo.
¿por qué?
Después de todo cruzamos por esta vida una sola vez, no hay tiempo para tener miedo. Así que intenta... intenta aquello que no has hecho, arriésgate, participa en el maratón, escribe aquella carta, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas.
El tiempo no regresa.
No tienes nada que perder y todo...¡Todo que Ganar!

lunes, 13 de agosto de 2007

Impossible is nothing II

Nada es imposible.
Cuando uno se saca de la cabeza el maldito "no puedo", logra cosas impensadas.
Cuando el físico está entrenado, el límite, muchas veces está en la mente.
El sábado participamos con Marea Roja (equipo de natación) en la Copa Quilmes, que se disputaba en el Quilmes Atletico Club. Llegamos tarde y solo pude hacer 50 metros de ablande y dar 3 vueltas de espalda (estilo que me correspondía en una posta mixta combinada).
En este torneo me tocaba nadar por primera vez desde mi retorno a la natación, los 50 metros libres. En la zona de precompetencia puse en práctica, en forma rudimentaria, tres de los conceptos aprendidos en los cursos de Psicología aplicada al deporte que estoy haciendo. Lo primero fue la activación. Un simple movimiento enérgico de brazos sirvió para activar el cuerpo y que se sepa capaz de lograr lo que quiere. Por lo general llegaba al cubo de partida con los hombros bajos y los brazos débiles, en cambio esta vez llegué con los brazos llenos de energía y el cuerpo erguido. El segundo paso fue la concentración, mirar el agua y saber que el desafío es simplemente vencer su resistencia. El último paso, la respiración. Un par de inspiraciones profundas (respiración diafragmática) sirvieron para serenarme, concentrarme y darme la seguridad necesaria para el desafío.
Los resultados fueron increíbles para mí: 32"81 en los 50 libres (no bajaba de 35" en los entrenamientos) y 5'45"42 en los 400 libres (el último registro era 5'55" en el Master de Santa Fe). Estos números me demostraron que nada es imposible. Tres días atrás tenía la sensación de estar derrotada y "psicología y adidas mediante" pude demostrarme lo contrario...
A partir del sábado, cambié mi frase "solo respira", por "nada es imposible" y creo que eso, puede cambiar muchas cosas...