martes, 30 de septiembre de 2008

Cada uno de los que pasan...

Ayer leí la frase que da título a esta entrada y hoy no paro de tararear Cantares...
Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.
Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas el camino y nada más;
caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Al andar se hace camino y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso

Antonio Machado
Y si este poema (cantado por Serrat) fuera el comienzo de la banda de sonido de este instante, debería pegarle a Baglietto entonando "Quien quiera oir que oiga" porque...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia, quien quiera oir que oiga...
(Inútil es matar, la muerte prueba que la vida existe)

Pero ya sería demasiado emotivo y no me gustan las películas dramáticas...

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