miércoles, 5 de noviembre de 2008

Muelles y Destinos

Como en la foto, en la vida hay muelles que no te llevan a ningún lugar. Te podés mantener aferrada a sus tablas desgastadas por mareas y crecientes, sin obtener más que la casual visita de alguna que otra gaviota extraviada. Y sin embargo permaneces y te aferras aún más, con la esperanza que algún príncipe llegue con su velero a rescatarte. Y en esa espera no te das cuenta que vos no sos una princesa, son solo una sobreviviente de algún naufragio de la vida y que cuando el príncipe pase, ni siquiera va a notar tu presencia.
Pero seguís aferrada porque lo último que se pierde es la esperanza, la ilusión de compartir ese muelle que ya crees tuyo, con alguien más.
Hasta que un día te das cuenta que la única esperanza sería soltarte del muelle, zambullirte en el agua y comenzar a nadar.
Entonces, una noche en que la luna llena no te deja dormir, te convencés que el agua es tu única salida y a la mañana siguiente te tirás y comenzás a nadar.
La primera sensación es puro placer, es pura libertad, no sentís más la rigidez de las maderas del muelle que te clavaban cada día sus astillas; ahora en cambio, el agua te acaricia y te mece, te refresca y te moviliza.
El día transcurre en una sucesión continua de brazadas que te adormecen y es por la tarde cuando te das cuenta, que, al parecer, pronto caerá noche y ya no tenés muelle donde descansar. Y pasan los veleros con príncipes y princesas que te miran extrañados y se burlan de tu pobreza, tu cansancio y tu desventura...
Y la noche está por caer con su manto de oscuridad y ya estás demasiado cansada para seguir nadando o para volver a tu muelle perdido en el horizonte.
Y mientras tu mente se debate entre lo que hiciste, lo que no hiciste o lo que deberías haber hecho, tu alma percibe que tu única posibilidad es entregarte a las aguas y tu corazón siente que es agua. Así que finalmente, mientras Venus asoma con sus brillos de Lucero y la Cruz del Sur marca tu rumbo, soltás las últimas amarras de tu cuerpo y te dejás llevar...

1 comentario:

el blog de lucka dijo...

ja mmm ... ... :) al fin y al cabo ahogarse