miércoles, 20 de febrero de 2008

La casualidad es amiga de lo imposible

Esta es una semana difícil. Es la semana en que debería empezar a concretar todas aquellas ideas maravillosas que la madre naturaleza inspiró en mí durante mis vacaciones.
Mientras estaba en Iruya parada en la unión de las corrientes de los ríos Milmahuasi y Coranzulí, me ví a mi misma parada en un cubo de partida sin poder 'tirarme a la pileta'. Siempre en el borde, siempre 'a punto de'..., siempre esperando que otro dé la orden o que otro largue primero.
Quizás haya sido tan solo un efecto de mascar hojas de coca o puede que la naturaleza (extremadamente presente en este sitio) me haya enviado un mensaje al mejor estilo: "dejate de joder".
Hoy, en medio de la maldita rutina y los conocidos problemas de oficina, me preguntan desde otro blog: "¿Vas a abrir la que tenés delante o seguirás preguntándote que hay detrás?"
Entonces la pregunta se convierte en ¿cuánto tiempo más vas a pararte en el borde de la pileta, quejándote de todo e imaginando lo fresca y calma que debe estar el agua?
Mi neurosis trae una rápida respuesta: Quizás no haya agua, quizás el agua no está fresca, quizás esté sucia, quizás salpique a otro cuando me tire, quizás debería buscar a un guardavidas y preguntarle porque quizás molestaría a los que ya están nadando... y un sin fin de excusas que solo postergan (procastinan) al infinito una decisión que es solo mía.
Cuando voy a entrenar todo es distinto, porque siempre hay alguien que me dice lo que hay que hacer, pero en cierta forma esta metáfora ilustra mi actitud respecto del agua: mientras nadie se acercó a decirme que nadaba bien permanecí 17 años fuera del agua. Es cierto que en esos años no sabía muy bien lo que quería, pero eso me hace pensar que ahora sé lo que quiero, sé cómo podría alcanzarlo pero no me animo a dar el primer paso.
Quizás este blog haya sido en su comienzo una forma de tirarme a la pileta, de probar algo que no conocía, de abrir una puerta... Ojalá otros aspectos de mi vida fueran tan sencillos como escribir un blog. Ojalá las cosas se resolvieran escribiendo (porque es como mostrarse, pero escondida).
Ojalá un día me anime a abrir la puerta que traiga alguna de estas respuestas...

2 comentarios:

Silvy dijo...

Ojala todos nos podamos animar a mojarnos en las aguas que tengamos ganas y sin vueltas.
Pero la neurosis decide!

andres dijo...

Muchas veces es dificil tirarse a la pileta o dar el primer paso. Me es comun encontrarme disconforme con mi vida pero igual no me animo a hacer algo para cambiarla