jueves, 3 de mayo de 2007

El agua de la Vida Parte III

Rojo Pasión...

A fines del verano de 1980 y teniendo 7 años fui promovida de la escuelita de Independiente, al equipo de Natación. Me despedí del profesor Vazquez y pasé a entrenar con el profesor Eduardo Corcchio, "Corcho" para todo el mundo. Era un tipo re-simpático y super bueno. Corcho manejaba el equipo de infantiles (hasta los 13 años) y debíamos ser más de 20.
Entrenábamos de lunes a viernes de 16 a 18:30 o algo así.
Nos hacía trabajar mucho pero no nos perdía de vista ni un minuto, recorriendo el lateral de la pileta de un lado a otro, una y otra vez, corrigiéndonos la técnica de nado.
Nadé con Corcho seis años, durante los cuales pasé por todo tipo de entrenamientos, que por desgracia no recuerdo con exactitud.
En invierno entrenábamos en la pileta cubierta (fotos) de la sede social y en verano hacíamos un doble turno, de 8 a 11 en la pileta descubierta (hacía mucho frío) y por la tarde en la sede. Tengo recuerdos de haber llegado a nadar entre 8.000 y 12.000 mts en un día (quizás era más, pero ahora me parece demasiado)
Los entrenamientos los empezábamos con una rutina de ejercicios fuera del agua (abdominales, flexiones, sentadillas, etc), trabajábamos brazos con extensores y hacíamos complementos de pesas (unas pesas caseras hechas con un hierro y dos latas de aceite de auto, rellenas con cemento) trabajando biceps, triceps y cuádriceps...

Después aflojábamos un poco los brazos y nos tirábamos a la pileta para entrar en calor nadando sin parar de 40 minutos a 1 hora. Después hacíamos algún trabajo fuerte (pasadas de 100) y siempre completábamos con patada o con manoplas y pull boy o con driles (ejercicios de técnica). Me acuerdo que uno de los driles que hacíamos era respirar 8 x 1 (y podía!!!)

Al tiempo de estar en el equipo me federaron, y esto no implicaba solo una formalidad, sino que a partir de ese momento el club se hacía cargo de los gastos de federación, tenía acceso para usar todas las instalaciones de forma gratuita y me entregaban el uniforme para llevar a los torneos y desfiles...

Lo cierto es que nunca fui de los mejores, formaba parte del equipo B del club y nunca gané nada en los 6 años, pero Corcho siempre tenía algo para rescatar, ya sea que había mejorado el estilo, que había bajado el tiempo. A veces me decía que yo era fondista y que iba a andar bien en los 1500, pero nunca llegué a nadarlos. (ahora que lo pienso era igualito a Pablo!)

A los 13 años al pasar al equipo de juveniles, empecé a entrenar con Alberto Santiago (un ser muy odiado por unos cuantos) y en poco tiempo me hizo sentir que no servía para nada, hasta que un día volví llorando a mi casa y dije que no iba a ir más a Independiente. Y así fue...

En las fotos estamos haciendo ejercicios en los días de cambio de temporada en que las piletas cerraban. De espaldas están Corcho, Mónica Mereditz (derecha, la pechista del equipo) y Edith Arrazpide (a la izquierda - quien obtuvo muchos títulos, principalmente en mariposa, llegó a nadar en las Olimpíadas de Barcelona 92 y actualmente es entrenadora del equipo de Nadadores Discapacitados de Independiente). De frente con remera roja y pantalón marrón, estoy yo, haciendo lo que podía... :P
En fin, acá termina otra parte de mi historia, y no me quiero despedir, sin decir: Gracias Corcho! por todo lo que me enseñaste, por todas las palabras de aliento y de consuelo, y por haber sido un gran tipo, un excelente ser humano y un gran entrenador...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buenos tus relatos acompañados por esas viejas fotos.