El viernes 25, en mi humilde morada, tuvieron lugar las Fiestas Mayas.
Como alguno de los que asistieron (por no decir, la mayoría) suponía que esto tenía que ver con algún tipo de celebración de una cultura precolombina, o con un error ortográfico respecto de la indumentaria que usamos para entrenar, aclaro que las "Fiestas Mayas" fueron instituidas por la Asamblea de 1813 y comprendían una serie de celebraciones y juegos que se desarrollaban del 23 al 26 de mayo en el centro de la actual Plaza de Mayo, para conmemorar la Revolución (25 de mayo de 1810).
Las Fiestas Mayas de este viernes fueron también una revolución... Si 30 personas en tres ambientes no revolucionan algo sería aburridísimo (quizás lo fue para algunos, si fue así, "lola"mento)
No hubo ni tiempo ni presupuesto para el Locro, pero como bien argentinos (bien incoherentes), disfrutamos unas Pizzas de Chicago "impresionantes". Nunca imaginé que en la ecuación 5 pizzas para 30 personas, el resultado sería 1,5 pizzas de resto: Imagínense lo que eran esas pizzas (Gracias Mark!).
Las celebraciones tenían como motivo principal, una "xuntanza" para despedir (o decir hasta luego) a unos amigos que se van.
Por un lado, Juan Manuel y Mabel, que se van a laburar a Madrid por unos meses. Se van con nervios, con ansiedad, (en palabras textuales de Juan Manuel: "cagados en las patas"). Pero como se van a hacer lo que saben, no hay dudas de que van a tener éxito (como dijo alguien: deseo éxitos, la suerte es para los mediocres).
Por otro lado, Steve y Mark, unos amigos importados de Estados Unidos que nos acompañaron durante más de un año con su cariño, su dulzura, su fraternidad, su respeto y todas las cosas lindas que se les puedan ocurrir (además de los brownies, los sconnes de arándanos, las pizzas de Chicago, las cervezas, etc. etc.). Son esa clase de gente que aprendés a querer desde el primer día y que sin saber cómo ni por qué, se te meten en el corazón, y pasan a formar parte de tu vida para siempre. Agradezco a la vida el haberlos podido conocer (y le agradecería mucho más si algún día los puedo ir a visitar a Chicago :P)
Estas fiestas también eran para celebrar que tengo amigos maravillosos, a los que, por timidez, por evitar el cholulismo, o para no espantarlos (ver cita de "El Cuerpo" de Stephen King, en "Ninguna palabra...") no puedo decirles "Te quiero" todo el tiempo, pero intento demostrárselos. Y además, para celebrar que siempre, después de tocar fondo, no queda otra que salir a flote... Hubo veces que salí a flote a los manotazos y pataleando con furia, y lo único que logré fue agotarme y gastar tanta energía, que no había resto para sentirme viva... En cambio, esta vez, salí a flote "haciendo la plancha" y esto me permite disfrutar del contacto con el agua, convivir de manera armoniosa con la "fauna marina" que me rodea (y esos son Ustedes - perdón por lo de fauna) y avanzar hacia donde me lleve la corriente y el destino. Y por eso me merecía un gran festejo!
Dejando las metáforas para el diván, siempre dije que una imagen vale más que mil palabras; pero el problema es que si las imágenes son sacadas con una cámara fotográfica (no digital), se necesitan 24 horas para revelar el rollo y otras tantas para escanearlas. Así que las fotos se las debo por un par de días...
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