viernes, 11 de mayo de 2007

El Agua de la Vida Parte IV

El equipo de José

Cuando empecé la secundaria, en 1986, me tocó vivir una de las tantas reformas educativas que incluía entre las materias obligatorias, cursar (en contraturno) un taller por cuatrimestre. En el segundo cuatrimestre, el taller era de Natación (algo increíble para una escuela secundaria pública de Wilde).
No me olvido más de esos jueves, en que nos quedábamos a comer un sandwich a la salida del colegio y nos tomábamos todos juntos el colectivo hacia Bernal.
Las clases duraban una hora y los profesores se repartían como podían para enseñarle a los que no sabían ni flotar y para que los que sabíamos nadar no nos aburriéramos.
Una tarde, cuando me dirigía hacia el vestuario, me llamó el guardavidas y me preguntó dónde había nadado (de esta escena tuve un dejà vu en la primera charla con Pablito).
Nos pusimos a conversar y me terminó convenciendo de volver a nadar y a competir. El Guardavidas se llamaba José Savelli y tenía un equipo de natación en la Asociación Italiana de Ex-Combatientes de Bernal. Entrenaban entre 1000 y 1200 mts. por día y a partir de mi ingreso al equipo modificamos los entrenamientos en base a mis recuerdos de Independiente. Así pasamos a entrenar 3500 a 5000 mts. según el día y el equipo mejoró muchísimo. Logramos salir sub-campeones o terceros en casi todos los torneos. Competíamos para COTIN (Comisión Organizadora de Torneos Interclubes de Natación) que se manejaba como una Federación (ej. FENABA) pero mucho más organizado. Los principales equipos con los que competíamos eran el Club 12 de Octubre, la Cervecería de Quilmes , el Quilmes Atlético y el Quilmes Oeste. También estaba el club Los Andes de Lomas y el Wilde Sporting Club.
Recuerdo que en invierno teníamos torneo cada 15 días y a fin de año se corría el Torneo de Campeones, que incluía solo a los que habían alcanzado los seis mejores tiempos durante la temporada.
En medio de nuestra pasión por "El Equipo de José" el entrenador se peleó con el dueño del club, renunció y se fue a trabajar al "Juventud de Bernal". La mayoría de los nadadores nos fuimos con él. Y seguimos ganando.
En una ocasión (no me acuerdo el torneo) salimos campeones y nos ganamos una súper copa de esas que miden 1 metro y está exhibida en la vitrina del club. Qué emoción!
Yo volvía de cada torneo con un par de trofeos y no lo podía creer, porque no estaba acostumbrada, porque nunca había ganado nada, porque mi viejo me había inculcado el dicho: "lo importante no es ganar sino competir". Pero con José descubrí que ganar era hermoso, que la satisfacción de hacer algo bien y que te premien por eso era magnífica.

Recuerdo que cada tanto surgía alguna que otra chica muy buena que ganaba un par de competencias y que después, de golpe no la veíamos más. Al preguntar nos decían con tono solemne, que "se había federado".
Para todos, Federarse era algo así como estar más cerca del cielo; pero para mí, acorde al pesimismo típico de la adolescencia, había sido como estar más cerca del infierno y el verdadero paraíso era formar parte de un equipo de un club de barrio, dar mis primeras clases de natación, sumar trofeos a mi colección (que llegó a ser de 63 y ahora están tirados en una caja) y divertirme con lo que hacía.
Por desgracia no me quedaron fotos de esta época que duró hasta mis 17 años, edad en que la oscuridad se apoderó de mi corazón, me convertí en Dark y abandoné todo (otra vez...)
Una de las últimas competencias fue el "Torneo de Campeones" en donde salí Sub-campeona en 100 espalda, 200 libre y 200 combinados. Pero no me alconzó, porque mi visión de las cosas había cambiado, el mundo era más oscuro y todo podía ser peor. Mientras mis amigos decían que era re-grosa por obetener el segundo puesto, yo me sentía más "sub" que nunca, así que empecé a faltar a los entrenamientos, empecé a fumar (mi entrenador fumaba) y me alejé de la natación y del agua, por mucho tiempo...
José no fue un personaje muy significativo para mí, pero igual debo agradecerle la oportunidad de haber tenido mi primer trabajo, dando mis primeras clases de natación a niños de 3 a 10 añitos que me decían "seño", que me llenaban de amor y a los que pude transmitir un poquito de mi pasión por el agua. En ese aspecto, José fue mi primer jefe y les puedo asegurar que ese, fue el mejor trabajo que tuve en mi vida...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se si nos conocemos pero yo te cuento que formé parte del equipo de José y si la memoria no me falla fue entre 1989 y 1992, fijate que en Facebook hay un grupo de gente que fue al club y yo por mi parte estoy tratando de organizar un asado con los chicos del plantel y obviamente Jose incluido para enero del 2009, si tenes algunos contactos por favor pasamelos, saludos
Ariel (ariel_martire@hotmail.com)