jueves, 2 de agosto de 2007

El ADD (Deficit Atencional) y la Natación Master

Hace un tiempo me llegó un mail que hablaba del "Déficit Atencional Activado por la edad". Gracias a mis conocimientos psicológicos, mi compromiso con la natación y mi actual capacitación en Psicología Aplicada al Deporte, he ampliado y desarrollado una nueva teoría que relaciona el Déficit Atencional Activado por la edad y la Natación Master. Su forma de manifestarse es la siguiente:

-Decido ir a entrenar.
Agarro las antiparras y me acuerdo que la malla la colgué ayer en el lavadero para que se seque. Voy a buscarla y al pasar por la entrada veo que me tiraron la correspondencia por debajo de la puerta.

Decido echar un vistazo a las cartas.
Dejo las antiparras en la mesa, voy a tirar los sobres vacíos y los volantes al tacho de basura y me doy cuenta que está lleno.
Decido dejar las cartas, (entre las que hay una factura de teléfono) en la mesa y sacar la basura.
Pero entonces pienso que, mejor saco la basura cuando me voy para el club y ya que estoy paso por el Rapipago a pagar la factura de teléfono que llegó…
Entonces, saco la billetera de la cartera y veo que no me queda mucha plata.
Voy al consultorio a buscar más efectivo y encuentro sobre la mesita la Coca Ligth que estaba tomando y que había quedado olvidada.
Retiro la botella para que no me manche la mesa y noto que se está calentando, por lo que decido llevarla a la heladera.
Al ir hacia la cocina me fijo en que el florero de la mesa del living no tiene agua.
Dejo la Coca Cola sobre la mesa y encuentro el apunte que estuve buscando toda la mañana.
Decido llevarlo al escritorio para ponerlo junto a los cuadernos y, después, ponerle agua a las flores.

Guardo el apunte con los libros, lleno una jarra con agua en la cocina y de repente, veo el control remoto del televisor.
En algún momento lo dejé arriba de la heladera. Me acuerdo que anoche lo estuve buscando como loca.
Decido llevarlo a la habitación, donde debe estar, en cuanto ponga el agua a las flores.
Echo un poquito de agua a las flores y la mayor parte se me cae al piso.
Por lo tanto vuelvo a la cocina, dejo el control remoto sobre la mesa y agarro un trapo para secar el agua.
Cuando regreso con el trapo encuentro las antiparras y me acuerdo que había decido ir a entrenar, y ese instante me olvido qué iba a hacer con el trapo.
Miro el reloj y me doy cuenta que la pileta ya está por cerrar.
Ya son más de las 10 de la noche, no fui a entrenar, no pagué el teléfono, el tacho de basura está lleno, hay una botella de Coca Cola caliente en el consultorio, las flores siguen sin agua, no tengo plata en la billetera, no consigo encontrar el control remoto de la tele ni el apunte que tengo que estudiar para mañana, hay una mancha horrible en el parquet de la entrada y no tengo ni idea de dónde están las antiparras.
Antes de dormirme, me quedo pensando cómo puede ser que sin haber ido a entrenar me sienta tan cansada...
(si te causo gracia, es porque no estás tan lejos de sus efectos... :P )

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